viernes, 29 de noviembre de 2013

PREMIOS CHICK LIT ESPAÑA 2013: ¡NOMINADA!

Ayer estaba dando una vuelta por Facebook cuando tropecé con un enlace que conducía a la página que anuncia las nominadas a los premios Chick Lit 2013 en España. Me imaginé que entre ellas estaría Isabel Keats, autora con la que me une una amistad surgida en las redes y que hemos trasladado a la vida real, así que fui a mirar. Efectivamente, como imaginaba, Isabel estaba entre las candidatas.

Me emocioné.

Soy mucho de emocionarme.

Pensé que le iba a mandar un mensaje felicitándola (por teléfono, para que le llegase al instante) pero antes incluso de moverme de la silla observé estupefacta que no sólo ella estaba nominada sino que… ¡yo también! Vi con sorpresa que Su chico de alquiler (me han cambiado un poco el título pero se lo perdono) estaba nominada en las categorías de Mejor ebook y Mejor portada.




No me puse a dar saltos de milagro, pero se me olvidó mandar el mensaje a Isabel, como era mi primer plan. Corrí a compartirlo en mi muro de Facebook y al instante me llegó un mensaje que confirma de nuevo mi despiste ancestral: no estaba nominada en dos categorías, sino en ¡TRES! También aparece mi nombre entre las autoras revelación 2013.



Las votaciones para elegir a las ganadoras empiezan el próximo día 1 de diciembre y además de Isabel Keats, otros nombres conforman las listas: Megan Maxwell, Regina Román, Rebeca Rus, Olivia Ardey, Olga Salar, Yolanda Quiralte, Elena Martínez Blanco, Astrid Gallardo, Bárbara Darder, Elisabet Benavent, Connie Jet, Victoria Vilchez, Sylvia Martín, Marga N. Rotger y Gema Samaro (espero no haberme dejado a ninguna).

Es un placer y un honor compartir nominaciones con estas autoras, algunas de ellas ya consagradas. La ganadora del año pasado fue Megan Maxwell, el 1 de enero sabremos quién será la de 2013.

No sé qué deciros sobre esto, que me ha hecho ilusión, por inesperado, y sobre todo porque se trata de Su chico de alquiler. ¿Por qué? Bueno, porque es mi primera novela, porque todo lo que pasa con este libro es siempre sorprendente. Si fuera una persona, me imagino a Su chico de alquiler como esa chica que no es la más guapa, ni la más lista, ni la más estilosa… pero que chorrea encanto por los cuatro costados. Esa que se pide una beca Erasmus para irse a Inglaterra un año sin tener ni puñetera idea de inglés y vuelve hablando. Esa que cuando llega a una fiesta acapara las risas. Esa que no tiene miedo a nada y cuando no hay miedo lo consigues todo.

No espero nada de esto, de hecho, lo espectacular es estar ahí.

Os dejo el enlace por si os apetece mirar: http://premioschicklit.blogspot.com.es/


¡Feliz fin de semana!

miércoles, 27 de noviembre de 2013

NOTAS PARA ESCRIBIR REDACCIONES

Dando vueltas por mis archivos me he encontrado con esto, que les paso de vez en cuando a los chicos. Son unas breves notas para que no se pierdan al hacer redacciones. Me parece que también puedo compartirlas con vosotros.

               Antes de empezar a escribir ni siquiera la primera palabra hay que tener claro qué es lo que queremos contar. Se pueden contestar estas preguntas:

               - ¿QUÉ?
               - ¿QUIÉN?
               - ¿CUÁNDO?
               - ¿DÓNDE?
               - ¿POR QUÉ?

Esto, que parece a priori tan obvio, a veces se nos olvida y dejamos desconcertados a los lectores de nuestros textos al saltarnos alguna de ellas. Nunca hay que dar por supuesto nada, hay que contarlo todo. Sin enrollarse demasiado, pero sin ahorrar información esencial. Las redacciones, además, deben ser coherentes, y para ello se puede seguir un esquema:

               - Introducción del tema. Sirve para que el lector sepa de qué vamos a hablar.
               - Desarrollo de lo que queremos contar. Hay que contarlo todo y ser lo más claro posible.
               - Desenlace o párrafo final. Es como el postre en una comida, debe dejar buen sabor de boca.

Para lograr la cohesión, es decir, que los textos no parezcan telegramas, debemos usar conectores, es decir, palabras que sirvan de nexo. Aquí van unos cuantos clasificados que he encontrado navegando. Conviene tenerlos a mano hasta que los dominemos.

Aditivos. Expresan suma de ideas.

            Noción de suma: y, además, también, asimismo, también, por añadidura, igualmente.
            Matiz intensificativo: encima, es más, más aún.
            Grado máximo: incluso, hasta, para colmo.

Opositivos. Expresan diferentes relaciones de contraste entre enunciados.

            Concesión: con todo, a pesar de todo, aun así, ahora bien, de cualquier modo, al mismo tiempo.
            Restricción: pero, sin embargo, no obstante, en cierto modo, en cierta medida hasta cierto punto, si bien, por otra parte.
            Exclusión: por el contrario, en cambio.

Causativos-Consecutivos. Expresan relaciones de causa o consecuencia entre los enunciados

            Consecutivos: por tanto, por consiguiente, de ahí que, en consecuencia, así pues,  por        consiguiente, por lo tanto, por eso, por lo que sigue, por esta razón, entonces, entonces resulta que, de manera que .
            Causales: porque, pues, puesto que.

Comparativos. Subrayan algún tipo de semejanza entre los enunciados
            Del mismo modo, igualmente, análogamente, de modo similar.

Reformulativos. Indican que un enunciado posterior reproduce total o parcialmente, bajo otra forma, lo expresado en uno o más enunciados anteriores.

            Explicación: es decir, o sea, esto es, a saber, en otras palabras.
            Recapitulación: en resumen, en resumidas cuentas, en suma, total, en una palabra, en otras           palabras, dicho de otro modo, en breve, en síntesis.
            Ejemplificación: por ejemplo, así, así como, verbigracia, por ejemplo, particularmente, específicamente, incidentalmente, para ilustrar.
            Corrección: mejor dicho, o sea, bueno.

Ordenadores. Señalan las diferentes partes del texto

            Comienzo de discurso: bueno, bien (en un registro coloquial): ante todo, para comenzar, primeramente (en un registro más formal)
            Cierre de discurso: en fin, por último, en suma, finalmente, por último, terminando, para resumir.
            Transición: por otro lado, por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación, acto seguido, después.
            Digresión: por cierto, a propósito, a todo esto.
            Temporales: después (de). Después (que), luego, desde (que), desde (entonces), a partir de....      antes de, antes que, hasta que, en cuanto, al principio, en el comienzo, a continuación, inmediatamente, temporalmente, actualmente, finalmente, por último, cuando.
            Espaciales: al lado, arriba, abajo, a la izquierda, en el medio, en el fondo.

               Es conveniente usar una hoja en sucio para hacer un esquema de lo que queremos contar, antes de ponernos a escribir.

               Por último, para redactar medianamente bien hay que practicar. No sirve ser tacaño con las palabras. Cuantas más, mejor. Pregúntate cuántas redacciones has hecho en tu vida y si crees que son suficientes. Para jugar al fútbol la gente tiene claro que hay que entrenar, al menos dos veces por semana, pero parece que esto te tiene que salir solo. No es verdad. Entrena para, al menos, terminar esta carrera o ganar este partido que se llama instituto.


               Es el inicio de tu futuro.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

NO TE LO VAS A CREER DE SOPHIE KINSELLA



Sinopsis:

Has tomado una copa de más y hablas por los codos, sin parar, y cuando por fin levantas la vista, unos ojos oscuros y penetrantes te observan atónitos, fascinados y... ¡muy interesados!

Después de asistir en Glasgow a una desastrosa reunión de trabajo y de tomarse un par de vodkas, ¿o fueron tres?, para levantar el ánimo e infundirse valor, Emma Corrigan se sube por fin al temible artefacto volador para regresar a Londres. El vuelo resulta especialmente movido; algunos pasajeros gritan, las azafatas se abrochan los cinturones con caras lívidas, y Emma se agarra desesperadamente a los brazos de su asiento. Presa del pánico, de su boca empiezan a brotar todos sus secretos, sus sueños más ocultos y sus deseos más inconfesables, que van a parar a oídos del silencioso pasajero que, inmutable, la escucha sentado a su lado.

Emma no se deja nada: desde el día en que perdió la virginidad hasta la nota de matemáticas que falsificó en el currículum, pasando por lo incómodo que le parece el tanga. Pero este mal trago no será nada comparado con lo que le espera el lunes en la oficina, donde corre la voz de que el presidente de la megacorporación americana para la que trabaja se encuentra de visita en la sede londinense. En medio del nerviosismo general, Emma decide acercarse a la máquina de café del pasillo y se cruza con la comitiva que acompaña al gran jefe...

Tierna y desternillante, la autora de Loca por las compras regresa con una nueva y divertida novela, y con una heroína que se hace querer.

Mis impresiones:

Hace unos días tenía ganas de leer un libro de esos que te dejan buenas sensaciones, más que nada porque te mantienen con una sonrisa en los labios mientras lees y te hacen olvidarte de todo lo que tienes a tu alrededor. Con estas premisas me puse a pensar quién cumplía siempre esas expectativas y un nombre saltó en mi mente: Sophie Kinsella.

Tenía pendiente hacerme un regalo y me lancé a la búsqueda de un libro de ella. No te lo vas a creer fue el elegido.

Lo primero que tengo que decir, después de realizada la lectura, es que no entiendo muy bien por qué han traducido así un título que en inglés, el idioma original de la novela es Can you keep a secret? Pienso que dado el contenido de la trama es mucho más adecuado y sugerente, pero bueno, supongo que existiría alguna razón de peso para cambiarlo tanto que yo no acierto a comprender.

La historia que cuenta la novela está narrada en primera persona por la protagonista, Emma Corrigan, empleada de una multinacional que trabaja en el departamento de marketing, donde es, más o menos, la última de la fila. Emma es enviada a Glasgow a una reunión y a la vuelta, en el aeropuerto, se toma tres copas para digerir el desastre que ha montado sin pretenderlo: se ha cargado un importante acuerdo de su empresa. Una azafata del avión que tiene que tomar para volver a Londres se percata de su estado de ánimo y decide cambiar su asiento por uno de preferente. En mitad del vuelo el avión entra en una zona de turbulencias y Emma, aterrada, se agarra a la mano del pasajero de al lado. Pero no solo eso, en medio del terror que siente, desgrana en los oídos del desconocido sus más íntimos secretos. No es que sean secretos de Estado, son esas pequeñas cosas que todos nos guardamos para nosotros mismos porque nos avergüenzan o porque resultaría demasiado comprometido confesarlos:

"El tanga que llevo me molesta"

"Sammy, el pez de colores de mis padres, no es el mismo que les cuidé mientras ellos estaban en Egipto"

Y así, montones de pequeños secretos que sin darse cuenta deja que el desconocido sepa. No habría pasado nada de no ser porque al volver al trabajo se encuentra con que ese desconocido es, nada más y nada menos, que su jefe.

La novela se mueve en tono de comedia, escuchamos los pensamientos de Emma pues está narrada en primera persona y vamos asistiendo a los malentendidos que se generan y a la progresiva atracción que poco a poco va surgiendo entre los dos.

Me ha gustado mucho, como este verano me gustó Tengo tu número. Entiendo perfectamente que sea la reina de este género porque el libro, aunque previsible en su desenlace, consigue que no pierdas en interés, e incluso te apetecería que tuviera alguna página más.


Tengo pendiente otro libro más de ella, ya os contaré.

viernes, 15 de noviembre de 2013

LO QUE ENCONTRÉ BAJO EL SOFÁ DE ELOY MORENO





Sinopsis:
¿Qué ocurre al mover un sofá? ¿Y al mover una vida? Quizás encuentres objetos -o personas- que ya habías olvidado, un calcetín que se quedó sin pareja o una pareja a la espera, esquirlas de otra vida... o uno de esos secretos que te obliga a pronunciar la frase que lo cambia todo: "tenemos que hablar".

¿Y si movemos una sociedad? Entonces uno se da cuenta de que vive en un lugar con demasiados gusanos para tan poca manzana. Pero también un lugar donde, al observarnos, descubrimos que somos los primeros en hacer aquello que tanto criticamos.

Mis impresiones:

Una noche.

Es lo que me ha llevado la lectura de la segunda novela de Eloy Moreno. Sin darme apenas cuenta fueron pasando las horas y eran las cuatro de la madrugada cuando volví la última página que da por concluida la historia que contiene.

Leyendo la sinopsis es complicado hacerse una idea de la trama de la novela, pero es que, leyéndola, te das cuenta de que en esta historia, la trama es lo de menos. Lo realmente importante son los sentimientos, las reflexiones que se deslizan página tras página, la escritura de Eloy que creo que incluso supera la de su primera novela, aquella que encontré en mis vacaciones de abril de 2011 y que me atrapó. Leyendo Lo que encontré bajo el sofá confirmo que es un gran narrador, que sabe elegir las palabras exactas para construir frases impactantes. Unas apuntan al corazón y otras a la conciencia adormecida con la que nos movemos muchas veces.

La historia que sostiene la novela nos cuenta los días que pasa Alicia en Toledo, realizando una suplencia en un instituto. Lo que presume que serán cinco semanas de transición en su vida se acaban convirtiendo en un revulsivo, algo que la despierta del letargo en el que nos sume a todos el conformismo y la rutina. Alicia conoce a Marcos, un policía local que alardea de guardar secretos y ella misma acaba encerrada en uno propio con el que presumiblemente tendrá que convivir en resto de su vida. Alicia, a través de los paseos nocturnos con Marcos, descubre qué se siente al volver a enamorarte, sobre todo cuando ese amor no es conveniente y llega en un momento en el que no estás preparada para asumirlo. Se deja llevar porque quiere y a la vez porque no puede dejar de sentir, y descubre de su mano las leyendas de Toledo, a través de las cuales la ciudad se convierte en protagonista también del relato.

Paralelamente hay más historias que Eloy va insertando valiéndose de distintos puntos de vista del narrador, que completan el mosaico. Destaca la de Marta, una adolescente acosada en el instituto, pero también las pinceladas que dibujan la de una anciana que sufre fines de semana infernales a causa del ruido que provoca un local bajo su casa, y concejales corruptos, y opositores con enchufe, y una tía enamorada de su vecino desde la adolescencia, y una amiga que vive una aventura, y millonarios a costa del silencio cómplice de una sociedad que, aún viendo lo que pasa, se mantiene silenciosa, sin protestar apenas ante la avalancha de corrupción que nos rodea.

Creo que es una novela recomendable cien por cien, preciosa en el lenguaje, exquisita en el fondo, que enamora con cada palabra. Podría llenar esto de spoilers, de frases que impactan, de reflexiones, pero me parece mucho más motivador que lo descubráis por vuestra cuenta, de la mano del guía-escritor que es Eloy.

Hay, además, un plus en la novela: Toledo. Como he dicho, protagoniza la historia a través de sus calles laberínticas y sus leyendas, y estoy segura de algo: al lector le entrarán ganas de volver a verla, esta vez en primera persona. No creo que tarde en incorporar a sus recursos turísticos una ruta por los lugares mágicos que dibuja la novela, al modo de la que existe en Barcelona para La sombra del viento o esa que recrea el Madrid de Alatriste.

Estuve allí hace poco, en Toledo. He estado muchas veces en realidad, al fin y al cabo, aunque de manchega no tenga nada, soy castellano-manchega, es la capital de mi comunidad y esa fascinación que siempre ha ejercido en mí la trasladé a mi novela, El medallón de la magia. En la primera parte sólo eran pinceladas de la ciudad pero en la segunda, la novela que a medio redactar tengo pendiente, es la protagonista. Por eso, porque la conozco y porque me documenté en su momento, creo que he disfrutado aún más esos paseos por las calles que se revuelven sobre sí mismas, primero con el guía y después con Marcos.

Os invito, con el permiso de Eloy, a dejaros arrastrar por Toledo de manos de Lo que encontré bajo el sofá. 

Y a despertar.





Incorporo algo que me acaba de contar Eloy Moreno: en Toledo existe ya esa ruta que yo imaginaba para la ciudad y la novela. El 29 de noviembre a las siete de la tarde se inaugura la ruta organizada por Rutas de Toledo. Si llevas la novela, además de que te la firmará Eloy, podrás hacer la ruta nocturna gratis.
¡Qué suerte tenéis los que estáis cerca!


martes, 12 de noviembre de 2013

AS DE CORAZONES DE ANTONIA J. CORRALES.


Sinopsis:

Un broker que sueña con ser escritor, una enfermera que, a pesar de adorar a los niños, se niega a ser madre y una editora que jamás quiso serlo. Atrapados por un secreto inconfesable que dominará sus vidas. Amor, rencor, traición, superación personal, crítica social y la realidad más cruda y más hermosa.

Ayala, Samantha y él: Bastián. ¿Cuántas formas hay de amar? ¿Realmente el amor lo disculpa todo? ¿Es Dios el culpable de nuestras desgracias, o confundimos su nombre y en realidad es el Diablo?
As de corazones: tres vidas paralelas contadas en primera persona que encogerán tu alma y se harán un hueco en tu corazón.

Páginas: 368 / Formato: 15 x 23 cm / ISBN: 978-84-15420-66-8

PVP: 14.00 €

Mis impresiones:

Seguro que os preguntaréis cómo he leído ya As de corazones, la última novela de Antonia J. Corrales, si no por la fecha de publicación no debería haberme dado tiempo. Tiene un pequeño truco. Hace unas semanas, Antonia me escribió y me preguntó si me apetecía leerla. ¿Cómo no me iba a apetecer, si llevo esperándola un montón de tiempo? Le dije que sí inmediatamente y ella me pidió que cuando la terminase fuera completamente sincera con ella, con las impresiones que la novela me causara. Sé que se sentía inquieta, como cualquiera de nosotros nos encontramos antes de poner delante de los ojos de los lectores nuestro último trabajo y quería tener un banco de pruebas previo al lanzamiento.

Y también me pidió una cosa más.

Una pequeña frase, un resumen, algo que condensara las sensaciones que provoca As de corazones. Inconscientemente hice algo que repito cada tarde cuando preparamos comentarios de texto: una frase nominal. En ella los verbos están ausentes y sirve de resumen de un texto. En realidad no me di cuenta de lo que había hecho hasta después, hasta que pasadas unas horas las palabras circularon de nuevo por mi mente y fui consciente de que si esto fuera un examen de PAU, habría empezado bien. Esto es, para mí, lo que define la última novela de Antonia:

Profunda, intensa, una caricia para los sentidos y un disparo al corazón.

Porque As de corazones es eso, una historia cuyas palabras son una caricia, donde tres personajes Bastián, Ayala y Samantha, se van turnando para contarnos en primera persona sus vidas, hechas de retazos, como la manta de la familia de Ana, la madre de Ayala, donde cada uno aporta un pedazo de tela y, con él, parte de su alma. Envuelta en una escritura magnífica y arropada por una trama impecable, As de corazones conmueve, pero también dispara las sensaciones del lector con cada palabra.

Tres, como ya he dicho, son los personajes que vertebran la historia. Los tres se van cediendo la palabra, introduciéndonos poco a poco en sus respectivos mundos y así vamos destapando el pasado, las mentiras, los secretos encerrados en cofres ocultos. Bastián es bróker, aunque en interior anhela ser escritor. Se mueve en el sector de las finanzas en su escalón más bajo y desde el principio destapa un mundo de apariencias en el que nadie dice la verdad, en el que la mentira es un as para ganar la partida de este póker mentiroso.

No voy a contar mucho más, sabéis que no es mi costumbre destripar novelas, mucho menos ahora que todavía está empezando a desvelarse ante los lectores. Simplemente quiero que tengáis pinceladas de sensaciones y ésta es una de esas novelas que las desbordan. Pero hay más, mucho más. No sólo contiene una historia que merece ser contada sino profundas reflexiones perfectamente expresadas, críticas a esta sociedad, al mundo de la edición, a la Iglesia, a nuestra pasividad cuando los problemas nos quedan tan lejos como África. Este continente, presente en la novela como también lo estuvo en la anterior, En un rincón del alma, es uno de los escenarios donde se ambienta, compartiendo protagonismo con la Toscana, Madrid, Barcelona y Tenerife, incluso Canadá en los momentos finales.

As de corazones es una novela que habla del destino, cómo teje sus hilos invisibles y nos conduce con él. Es una novela con una narrativa poderosa que te envuelve y que estoy segura de que van a ser muchos los lectores que la disfruten.

¿Te atreves?

Hoy es el gran día, Antonia, te deseo toda la suerte que te mereces y que tu novela haga disfrutar a los lectores tanto como me ha hecho disfrutar a mí. En el fondo de nuestro corazón, eso es lo que más deseamos, que quienes se aproximen a nuestras letras sientan.

Tú, lo consigues, escritora.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

ESCRIBIENDO...

  

             A veces escribo por el puro placer de contar, sin más intención que eso, dar vida a unos personajes, insertarlos en una historia divertida y lograr que se desplacen por las páginas dejando, al final, un buen sabor de boca a quienes se acercan a conocerlos. Son novelas felices, sin importancia alguna, entretenimientos y aprendizajes necesarios para quien como yo se ha puesto como meta convertirse en una especie de juglar moderno. No voy de plaza en plaza, sino que uso esta plaza moderna que es internet y ahí voceo mis cuentos con más o menos capacidad para convocar público a mi alrededor. Busco, como esos antepasados medievales, transmitir felicidad, regalar a la gente unos momentos de desconexión de la rutina, darles argumentos para sonreír y, por qué no, para soñar.

               Ellos cambiaban sus palabras por unas pocas monedas, una cena caliente y una cama. Yo lo de la cena y la cama lo tengo ya, lo de las monedas, a pesar del pirateo, también. ¿Por qué no seguir por ese camino?

               Otras, sin embargo, necesito hablar de luchas, anhelos, deseos, mil miedos que dibujo a golpe de palabras. Entonces la novela que escribo no es entretenimiento, es algo diferente, las frases se desdoblan escondiendo a veces varios significados y el tono cambia, escapándose entre las líneas una parte de mi alma. El resultado es más crudo, más intenso y más difícil, porque una cosa es inventar la vida, imaginar historias locas, y otra hacer un collage donde realidad y ficción se van pasando el testigo silenciosas.

               Quizá en estas ocasiones convocar al público sea más complicado pero yo soy mi primera lectora y quiero leer exactamente eso que escribo porque hasta que no lo dejo como me gustaría verlo no desisto. Aquí me dan igual las monedas, la cena y la cama. Aquí me siento cómoda de verdad.

               Escribir Su chico de alquiler fue un placer. Reconozco que tenía mucho por aprender, que aún estaba practicando y que quizá hoy no me atrevería a dejar que nadie la leyera pero es tarde. Ya hace años que se me escapó y no se puede dar marcha atrás. Con ella, porque conozco sus limitaciones, me conformo con que me digan que es divertida, intrascendente y loca. Lo es. No tiene nada real, es pura ficción, aunque hace bien poco haya tropezado con un tipo que se ha casado cuatro veces y tiene hijos varios, como Mario, pero ya se sabe, la realidad siempre, siempre, acaba superando a la ficción…

               (Por cierto, es un best seller. Lo digo por aquellos a quienes les molesta. Simplemente es un best seller porque ha vendido, no implica calidad extrema pero eso ya está en la misma definición.)

               La arena del reloj es ese otro lado, donde la vida se da la mano con la muerte, en esa cuenta atrás presente desde que nacemos. Tampoco sé si a día de hoy dejaría que nadie pusiera sus ojos sobre ella, por más que sé que ha supuesto algo muy grande al menos para dos personas, y con eso me conformo, con haber sido un revulsivo para sus vidas, con haberles hecho pensar que la vida sigue siempre y que aferrarse al pasado es necesario, no olvidar, pero que hay que hacerlo al feliz, al que nos completó y no a los recuerdos tristes que nos machacan.

               Detrás del cristal es algo a medias. Una historia loca en la que la realidad se cuela en pequeñas dosis. Un ejercicio narrativo que sigo considerando de aprendizaje, que me ha enseñado varias cosas. La primera, que sé narrar manteniendo el interés. La segunda, que no debo nunca más utilizar un planteamiento de historia tan radical porque corro el riesgo de que no entiendan que no es más que un revulsivo, la historia necesaria para romper la tranquilidad y, a través de la narración, volver a recuperarla al final. Ha sido una prueba de fuego, me ha regalado una oportunidad, me ha hecho sentir muchas emociones y por ello creo que el trabajo, el tiempo, las horas que empleé en ella fueron provechosas.

               Ahora tengo entre manos dos historias.

               Una de ellas no tiene más objetivo que entretener. Es una historia romántica, de final feliz y apenas moraleja, algo hecho para disfrutar escribiendo, para divertirme con algunos personajes que esconden arquetipos de los que no pienso escaparme porque no es pecado hacerlo, aunque haya quien se empeñe en señalarte con el dedo cuando decides optar por algo así. Va bien, está casi terminada y me está sirviendo para practicar con un tipo de narración que no domino: el relato de escenas con un sutil toque erótico. No soy una cobarde, sé que no me salen muy allá pero poniéndole ganas, esfuerzo y dejándome corregir por una maestra que tengo muy cerca, seguro que lo consigo. Si algo tengo claro en esta vida es que hay que escuchar a quien sabe, dejarse aconsejar, borrar y reescribir si es necesario y no encabezonarse en lo que tus propias convicciones te anclan a veces impidiéndote avanzar. Es una historia para mis chicas de Facebook, para algunas mujeres con las que interactúo cada día y que me están aportando cosas muy buenas. Por ellas, para ellas, para mí. Porque me encanta la felicidad que me transmiten a pesar de sus problemas, porque me río cuando quedamos para destrozar una peli juntas, porque cuando te sienten triste saben leer entre líneas y siempre están. Es mi manera de darles las gracias por no ser una pose, de esas que hay tantas en la red social, esas de gente con dos caras: la pública y la que muestran en privado.

               La otra es mucho más intensa. Está escrita desde las tripas, poniendo el corazón, dejándome llevar por tres mujeres que son la suma de muchas que he ido conociendo. Es vida. Es hoy. Es dura pero sin ausencia absoluta de luz porque también he descubierto que si oscureces las historias, si haces que el lector lo pase solo mal, al final tampoco tú acabas demasiado satisfecho. No voy a negar las sombras de la vida pero tampoco le apagaré las luces del todo porque así no se puede vivir, entre tanta oscuridad, sin el más leve atisbo de esperanza en lo que hacemos y lo que vivimos. Me aferro a que después de los tropezones siempre hay una mano que te levanta, que se presta a acompañarte y sé, por experiencia, que antes de coger esa mano hay que mirar bien a los ojos de quien te la ofrece porque detrás de todas las sonrisas no hay ángeles escondidos. Pero detrás de algunas, definitivamente existen. Son las menos y cuesta verlas pero aparecen.


               Hay más proyectos. El medallón sigue parado, hay otra historia tomando cuerpo en mi cabeza. Tengo relatos cortos que espero poder encontrar el momento de sacarlos de dentro de mí. Y mientras tanto, entre todo esto, vida. Paseos, viajes, compras y comidas. Colegio y clases. Seguir leyendo y encontrarme cada día con la que soy al otro lado del espejo.